Partidazo para enmarcar de Merino II, que fue el mejor del cuarteto y que deja a la pareja riojana a falta de un triunfo para colarse en las semifinales | Titín y Merino II vencen contra pronóstico a Irujo y Barriola
El Adarraga se convirtió ayer en un escenario milagroso, idóneo para peregrinación semanal de la afición. Titín y Merino II ganaron a Irujo y Barriola. Y todavía habrá voces que obliguen a explicaciones y a pedir perdón. El triunfo fue incontestable y casi dramático, con tintes de hazaña.
Al dúo riojano les queda ahora el escollo de Olaizola II y de Urrutikoetxea. Si Titín y Merino II ganaran la próxima semana se clasificarían para las semifinales. De lo contrario se la jugarían a una última baza contra Urrutikoetxea y Beroiz (siempre y cuando éstos ganaran la próxima jornada a Berasaluce II-Albisu) en busca del séptimo punto. Por detrás, Ezkurdia dice adiós y Pablito se aferra a las cuentas.
Hubo milagro, sí, pero sobre todo abundó el buen juego. David Merino, zaguero de Villar de Torre, tiene derecho a poner una calle en el pueblo o un escudo en la fachada de su casa. Un yelmo coronado y jalonado con pelotas. Muchas pelotas. Titín funcionó.
No brilló, pero hizo lo que debía. La grada le empujó a golpear atrás cuando tenía ocasión de alejar la pelota; le aplaudió los amagos y también le reprochó ese instinto natural de entrar a todo, lo que debe y lo que no. Fue hasta gracioso el coro general de la grada con un ¡¡¡¡¡¡noooooo!!!!!! cuando preparaba el manotazo y no era una buena opción.
A buenas horas para cambiar conductas. Algún día tendrán que recoger algún corazón entre las butacas.
Irujo vino a ganar. El Adarraga apoyando a Titín es un estímulo añadido. El de Ibero está ya en otra guerra, pero ayer no vino a pasear a Logroño. Para eso se hubiera abandonado desde el 16-12.
Y Barriola, que llevaba tres semanas parado, no dio muestras de estar muy lejos de su mejor momento. Sujetó al embravecido Merino y llegó a todas partes.
No rompe, pero no tira la pelota. Sacó escombro a paladas del fondo y de la pared. Algo justo de forma se quedó tocado a partir del 16-12, pero tampoco se dejó llevar.
Pasó el partido el de Leiza mirando el nombre de la camiseta de Merino. Dos cuadros de diferencia. Pero siempre buscó losas altas. Titín intimida. En el dos sigue siendo letal. No lo consintió el zaguero navarro.
Arrancó el partido con un 0-3 y con Irujo mandón y una réplica de Titín. Empataron a 5 y a 6 y a 9. El 11-10 fue un monumento de tanto que acabó de manotazo de David que desbordó a Barriola.
La dureza fue la constante. Hubo igualadas a 11 y 12 (tras dos churros, uno de Titín y otro de Irujo) y Merino II mandó la pelota a la pared en largo. Titín se apoyó en un saque y Merino repitió la acción.
El 16-12 representó un colchón importante. Oxígeno enriquecido para el pecho de Merino II, que empezó a acusar el desgaste.
Fue el objeto de los ataques de Irujo. Quiso romper el juguete, pero salió respondón. Entró el partido en una fase de idas y vueltas y de cambios de material. Aciertos y errores a la par. Uno garrafal de Irujo a pelota servida y otro de Titín al pasarse de fuerza y cruzar en exceso. Merino, a lo suyo, mandaba una bomba a la zaga. De no cortar Barriola con su salto hubiera sido rebote claro.
Era el 19-15, pero quedaba tela por cortar. Crispó Titín a la grada al cortar de saque y regalar el tanto. En la siguiente acción, Irujo desbordó a Titín cuando reculaba y redondeó su remontada en el rincón: 19-19. El Adarraga se debatía entre la esperanza y el desánimo. Cualquier cosa podía suceder. No se movía nadie de sus butacas, sólo los de los marcapasos.
Erró el de Ibero de zurda en el siguiente y Titín vio amanecer con el siguiente saque para ganar el último en una cortada pasada en largo por la pared que Irujo caceó al cielo. La locura.
Fuente: LaRioja.com
Se va el padre de la pelota moderna. Nadie jugaba de aire hasta que él llegó y lo introdujo como arte de ataque en los cuadros alegres.
ResponderEliminar¡Gracias maestro!